Las técnicas hipopresivas fueron creadas por el Doctor en Ciencias de la Motricidad y especializado en rehabilitación Marcel Caufriez, a partir de su dedicación a la reeducación uro-ginecológica. Se dio cuenta de que los abdominales tradicionales, en el post parto, perjudicaban el suelo pélvico en el post parto acentuando los problemas de incontinencia urinaria, prolapsos, diástasis,… En 1980 las denominó “Aspiración diafragmática” y a partir de ellas se constituyó en laboratorio la conocida “gimnasia abdominal hipopresiva” (Caufriez, 1997), cuyo objetivo inicial era buscar una técnica de fortalecimiento muscular que fuese beneficiosa para la faja abdominal pero sin efectos negativos sobre el suelo pélvico.
La GAH engloba una serie de diferentes posturas y movimientos. En condiciones de hipopresión abdominal, que se consiguen a través de la contracción del diafragma en apnea espiratoria se logra un efecto de succión de todo el paquete visceral, y mediante la presión negativa que se genera en la cavidad abdominal y pélvica se crea una reacción tónico refleja de la musculatura del suelo pélvico y de la faja abdominal.
Mediante una colocación correcta, por medio de nuestro diafragma, y otros músculos accesorios como los serratos, se realiza una apnea espiratoria (soltando previamente todo el aire de nuestros pulmones y haciendo la fuerza de inspiración pero sin dejar entrar aire).
De esta manera, se genera una presión negativa en nuestro abdomen, el momento es cuando la tripa se mete hacia dentro y las vísceras suben hacia la cavidad torácica, impulsadas por la fuerza de succión ejercida por el diafragma. Paralelamente conseguimos una contracción refleja de nuestra musculatura de la faja abdominal y del suelo pélvico.
No es un ejercicio sencillo, requiere un aprendizaje para su correcta realización.