La fisioterapia pediátrica es la disciplina de la fisioterapia que trata las enfermedades que se producen en los bebés y niños, tanto congénitas como adquiridas, que afectan a su desarrollo, o de deficiencias motoras de origen neuromuscular y/o musculoesquelético, de manera que se pueda obtener el mayor nivel funcional posible. También se incluye la Rehabilitación Respiratoria en niños afectados por enfermedades que reducen su capacidad respiratoria. La fisioterapia infantil contempla asimismo el tratamiento de las secuelas de enfermedades agudas y afecciones que tienen su origen en posiciones incorrectas o fracturas.
Es la parte de la fisioterapia que se encarga del “asesoramiento, tratamiento y cuidado de aquellos niños que presentan un retraso general en su desarrollo o desórdenes en el movimiento y otras enfermedades o alteraciones que pueden ser sanadas, controladas o aliviadas por expertos fisioterapeutas y/o el uso de equipo especializado”.
Esta especialidad de la fisioterapia contempla la formación de los padres con el fin de dar continuidad a los ejercicios de rehabilitación en el hogar.
Los adultos cada vez recurrimos más a la ayuda de un fisioterapeuta, pero no siempre pensamos en esta opción para solucionar problemas infantiles. Por ello, suele ser el pediatra el que sugiere a los padres que se pongan en manos de un fisioterapeuta infantil. Los tratamientos individuales de fisioterapia en niños menores de cinco años están indicados cuando existe algún factor de riesgo que haga al niño vulnerable durante su desarrollo temprano, como son el sufrimiento fetal, ser prematuro… Pero también cuando existe una evidencia de retraso en la adquisición de las habilidades motrices propias de la edad, o funcionalidad en alguno de los aparatos. Sin pasar por alto que los niños totalmente sanos también se benefician del trabajo de fisioterapia.